sábado, 20 de febrero de 2010

La flor del Alto Perú
por Silvia Loustau






















Yo soy Juana Azurduy
por Silvia Loustau

Yo soy Juana Azurduy, la mujer a quien el General Belgrano la ascendió al grado de Teniente Coronel.
Yo soy Juana Azurduy, la compañera de Manuel Asencio Padilla , con quien tuvo cinco hijos.
Yo soy Juana Azurduy, quien con mi hija en un brazo y el sable en el otro, revolucionó el pueblo de Chuquisaca un 25 de Mayo de 1809, de esa manera desde el Alto Perú bajaba la libertad al Virreinato del Río de la Plata.
Yo soy Juana Azurduy siempre vestida para el combate. Túnica escarlata, alamares de oro y plumas blancas, para que nadie olvidase mi condición de mestiza.
Yo soy Juana Azurduy , quien sembró terror entre la soldadesca española.
Yo soy Juana Azurduy, quien le escupió la cara al General Goyeneche, cuando osó ofrecerme dinero para que abandonase la lucha.
Yo soy Juana Azurduy ,quien en 1816 tuvo bajo su mando 6000 indios.
Yo soy Juana Azurduy, quien junto a Manuel, asaltamos por segunda vez la ciudad de Chuquisaca.
Yo soy Juana Azurduy, quien vio morir a su compañero en batalla.
Yo soy Juana Azurduy quien vio secarse la cabeza de su amado en la punta de una pica.
Yo soy Juana Azurduy, a quien se le secaron los ojos como un salitral, mirando cada día la cabeza de Manuel picoteada por pájaros negros.
Yo soy Juana Azurduy, quien sostenida por sus cholos ,después de 365 días recuperó la cabeza de Manuel.amor.
Yo soy Juana Azurduy, la que se fue a Salta y combatió tres años junto a la Macacha y el General Juan José Miguel de Gúemes.
Yo soy Juana Azurduy, quien vagó por las provincias, con su hija de seis años y ni un hueso para roer.
Yo soy Juana Azurduy, a quien el presidente Sucre le otorgó , al fin, una pensión.
Yo soy Juana Azurduy, a quien José Maria Linares le quito su magro ingreso.
Yo soy Juana Azurduy, a quien todo le fue arrebatado, menos los sueños.
Yo soy Juana Azurduy de quien el Altísimo se compadeció y la llevo, al fin, cuando tenía 81 años.
Yo soy Juana Azurduy, quien no contó con más patrimonio que las lágrimas.
Yo soy Juana Azurduy quien supo que volvería en cada compañera combatiente de la Patria Grande.
Yo soy Juana Azurduy, quien ahora, con pañuelo blanco, busca en el mar, la tierra, en cada rostro.
Yo soy Juana Azurduy, quien cada Jueves dice:¡ Presente!, en Plaza de Mayo.


La presidente Cristina Fernández de Kirchner convalidó el 15 de julio el ascenso a
coronel del Ejército, en forma póstuma, de la luchadora de la independencia Juana Azurduy.
De este modo, la revolucionaria que participó de la guerra de la independencia en la zona del Alto Perú, fue ascendida de teniente coronel -rango ganado luego del combate de Villar- a general del Ejército Argentino.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Silvia: qué buen recuerdo!!! para esa luchadora que lo dió todo. Qué excelente reconocimiento de la Presidente Argentina, para con su memoria. Una paradoja del destino, la muerte de A.Ramírez luego de ese reconocimiento. Gracias por compartirlo, te abraza,Laura Beatriz Chiesa.

Anónimo dijo...

Silvia: hermoso poema/homenaje a esa mujer incrible. La música de Ariel Ramirez la inmortalizó una vez más. Aplausos. Marta Julia Ravizzi

Graciela María dijo...

Qué gran persona, esta mujer... Merecido homenaje, a la madre, a la patriota, a quien entregó su vida por elevados ideales, despreciando todo beneficio personal individualista... Felicitaciones, magnífico aporte.

Silvia Loustau dijo...

Gracias a Aldo,por el espacio, y gracias a quienes dejan sus comentarios, es un premio a nuestrro trabajo , silencioso y solitario.
Un abrazo a todos,


Silvia Loustau

Anónimo dijo...

SILVIA,

muy buen poema y homenaje!

marta pimentel

Mónica Angelino dijo...

Juana también es Silvia y todas somos ambas. Bello homeje!

Besosssssss

Silvia Loustau dijo...

Si, Mónica, todas somos Juanas,cuando seguimos luchando
por nuestros ideales
Un abrazo,


Silvia Loustau

Anónimo dijo...

Silvia, este es un poema de increible belleza, sin amaneramientos que hubiera rechazado "la mestiza heroica". Es de un crescendo emocional de tambores revolucionarios, que ahoga la garganta.
Debería ser obligatorio en los colegios, con cosas así otra sería la luz deesperanza de nuestra juventud- Gracias por este, sobrio, duro y americano homenaje.
Gracias Aldo por este regalo que acabo de encontrar.
Un abrazo
Ignacio